San Agustín

Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos.
Tomado de: Frasedehoy.com

San Agustín fue un gran sacerdote que llego a convertirse en obispo de Hipona. Sus palabras revelan a un hombre entregado por completo al servicio de la Iglesia. Esta entrega es sin duda, resultado de un profundo amor por Cristo, quien dio su vida por toda la humanidad en la cruz. Tomando este ejemplo, el Santo se hace servidor de sus fieles.

Veamos hoy a san Agustín como modelo a seguir. Cuando ocupamos ayuda queremos que amigos, familiares, gobierno y hasta desconocidos nos tiendan una mano. Cuando somos nosotros los que tenemos que sacrificarnos, guardamos nuestras manos en las bolsas del pantalón. Luchemos contra nuestro egoísmo, y no olvidemos a nuestros hermanos más necesitados, especialmente en estos tiempos de navidad.

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