Éxodo 33, 6

A partir del monte Horeb, los israelitas dejaron de usar sus joyas.
Tomado de: Biblia Dios Habla Hoy.

Tomemos dos puntos importantes para nuestra reflexión. Primero, unos versículos atrás se nos cuenta como los judíos, después de haber sido liberados de Egipto por Dios, se corrompen y crean un becerro de oro. Funden aretes y alhajas de oro para hacerlo, y lo declaran su nuevo dios (32, 3-4). Es por esta razón que Dios les prohíbe usar joyas. Segundo, Horeb es un monte al cual Dios le pidió a Moisés subir para hablar. Ya que entendemos esto podemos hacer una bella reflexión: Hay un punto determinado, en donde Cristo nos llama para hablar y nos pide despojarnos de nuestras joyas. Estas pueden ser el orgullo, una habilidad que no usamos para el bien, una falsa apariencia, o varias cosas más. Si queremos ganar la eterna felicidad, debemos perder las joyas del egoísmo.

Éxodo 26, 1

Haz el santuario con diez cortinas de lino torcido, tela morada, tela de púrpura y tela roja; borda en ellas artísticamente dos seres alados.
Tomado de: Biblia Dios Habla Hoy.

El presente versículo del Éxodo, nos habla de las instrucciones que da Dios a Moisés, de cómo debe construir el Santuario* (la casa donde viviría el Señor). Si leemos, del capítulo 25 al 31, sólo encontraremos órdenes de cómo hacer cada una de las cosas que se encontraban dentro de este Santuario. Encontramos que unas cortinas tenían que ser de pelo de cabra (v. 7), que un altar fuera cubierto de bronce (27, 2), hacer dos cordones de oro (28, 14), y hasta los materiales para hacer aceite (30, 23), y otras muchas instrucciones. Al final, Dios pidió miles de cuidados y detalles para su santuario, que luego se convertiría en el Templo Judío de Jerusalén. Amigo, Dios tiene otro templo que quiere que lo adornes y mantengas, es tu cuerpo (1Cor 6, 19). ¡Cuídalo y darás gloria a Cristo Rey!

* El Santuario era por decirlo así, una gran tienda con dos partes principalmente. Una era el lugar santo, donde los sacerdotes judíos oraban frente a una gran cortina, el velo. Detrás de ese velo, se encontraba el lugar santísimo, donde estaba el Arca de la Alianza. Sobre la tapa del Arca, se hallaba la presencia de Dios.

Job 3, 25-26

Todo lo que yo temía, lo que más miedo me causaba, ha caído sobre mí. No tengo descanso ni sosiego; no encuentro paz, sino inquietud.
Tomado de: Biblia Dios Habla Hoy

Hoy más que hacer una reflexión, quiero compartirles mi experiencia, pues últimamente me he sentido desanimado y cabizbajo… Ciertamente me siento mal, pero no tan mal como nos cuenta la Biblia de Job. Sin embargo, antes me he sentido así, derrotado, sin salida, y el único que me ha sostenido es Dios. Puede ser que tú, al igual que yo en estos días, sientes tus fuerzas flaquear. O, sientes que estas como Job, que padeces el mayor de tus temores, en donde no hayas quietud. Pero sé que quien me ha ayudado en el pasado, lo volverá a hacer. Jesús me sacó de cosas peores, y su amor me hace feliz aún en la prueba. ¡Confía en Cristo! Tu problema no es más grande que Dios. Él te salvará. No te rindas, ambos estamos en la misma lucha.

 
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