Salmo 4, 1

Dios y Defensor mío, ¡contéstame cuando te llame! Tú, que en mi angustia me diste alivio, ¡ten compasión de mí y escucha mi oración!
Tomado de: Biblia Dios Habla Hoy.

El primer versículo del Salmo 4 encierra bellos y grandes mensajes. Es una voz suplicante que anteriormente ya ha experimentado la ayuda divina del Creador. Seamos como el salmista, que vuelve a recurrir a aquel que le ha dado felicidad en situaciones previas. No dejemos que el dolor de las pruebas nos haga pensar que el Señor no nos escucha, ni que este nos diga que Él nunca ha estado a nuestro lado. Pongamos la vida en manos de Cristo Jesús y alivio nuevamente nos traerá.

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